El proyecto final de la reforma laboral incorporó la recolección de residuos como servicio esencial, obligando a garantizar un 75% de actividad durante las huelgas. Además, endurece las sanciones por bloqueos sindicales, una práctica histórica del gremio de Camioneros.
El Gobierno incorporó en el último momento un cambio clave en la reforma laboral: la recolección de residuos pasará a ser considerada una actividad esencial , lo que obligará a garantizar un 75% del servicio durante las huelgas . Esta modificación impacta directamente en uno de los sectores más sensibles del Sindicato de Camioneros, liderado históricamente por Hugo y Pablo Moyano.
El proyecto retoma las regulaciones del DNU 70 y del decreto 340 —ambos frenados por la Justicia— que fijan límites estrictos al derecho de huelga en áreas críticas como transporte, salud, energía, telecomunicaciones, educación y ahora también residuos. Además, la iniciativa incorpora normas más duras contra los bloqueos sindicales , ampliando la responsabilidad de quienes los orgánicos, instiguen o participan. Este cambio apunta a reducir un tipo de protesta que Camioneros usaban con frecuencia y que ya había sido cuestionada en la Ley Bases.
Si la reforma se aprueba sin modificaciones, sectores clave deberán garantizar servicios mínimos del 75% y se endurecerán las sanciones por bloqueos, lo que coloca al gremio de los Moyano bajo mayor presión legal y operativa.
